24 de septiembre de 2008

Dicha.

Gracias. Ya te he encontrado.
Gracias. He aprendido a creer.
Gracias. He aprendido a crear.
Gracias. Ya me has encontrado.

Siempre he sabido disfrutar de la cálida mirada que me da ser melómana, ahora sé por fin desarrollar mi mirada.
Siempre compuse mis sueños dentro de mi realidad, ahora sé componer mi realidad en base a mis sueños.
Siempre saqué la cabeza por la ventana, ahora he girado las dos vueltas de llave de mi puerta.
He salido. Sé respirar. Y creo.

Yo tengo un Secreto. Sabe a felicidad.


I have changed. This is war.

Follow your bliss.

19 de septiembre de 2008

Guerra de desgaste

Yo no sé si tienes planes hechos. Ni siquiera sé qué tipo de planes harías.
Conviertes mi facilidad en una cara dificultad. Me conviertes en una constante pregunta retórica.
Porque, dime, ¿has pensado en mí durante estos últimos meses? Estuve a punto de tornar hipócritamente loca. Entonces me di cuenta de que ya lo era.

He sobrevivido a pantalones rasgados y sudaderas caídas, pero quién habría supuesto que me debilitaría ante una saludable agonía vestida de versatilidad.
Esto es ya mi guerra de desgaste; tú me desgastas y yo me desgasto, y mientras tanto, amontonas en tus colinas sacos ratos en donde mueren esperanzas caprichosas.
Allí, allí está mi perecida, y perezosa, ambición. Allí, cerca del resto pero alejada de la igualdad.

Quién me lo iba a decir, perdida en el momento en el que proclamé haberme encontrado. Porque me encontré a la vez que ataba mis manos y mis pies a la infortuna de la melodía de Amelie.
Soy ya parte de algo que no existe, de un círculo mundano y acoplado de palabras que desean. Y, justo aquí, en el borde, en el fondo, es donde me gusta estar. Y comprendo que es tan sólo una adulación hacia mis vicios acorazados.

13 de septiembre de 2008

Maneras

Si hiciéramos las cosas a mí manera, tú buscarías la sonrisa del que ha esperado, y yo esperaría nostálgica al que busca.
Si siguiéramos mi perfecto plan de huída, tú escamparías el intento de supervivencia, y yo probablemente dejaría de huir.
Si acaso pusiéramos en práctica mi forma de sentir, tú en este preciso momento, estarías sintiendo.

Podríamos fingir una unión de guerrillas; tú usurpas mi espacio vital debidamente acotado por alambres inseguros y yo ataco cual invencible armada melódica tu territorio provisto de edenes satíricos. Después podemos firmar la paz bajo algún candil apagado. Como ese que descansa tan cerca de tus sábanas.

O, en cualquier caso, me parece factible dejarte ser el dedo acusador, siempre y cuando me acuses a mí.

Apreciaría una pronta respuesta, sin embargo, me conformo con que algún día ésta exista.





Vamos a perdernos esta noche,
tú podrías ser mi Kate Moss negra esta noche.
Juega a secretaria, yo soy el jefe esta noche.
Y a ti te importa una mierda lo que digan, ¿verdad?

Y lo haremos todo por el foco de atención.
Y lo haremos todo en el momento correcto.

Te necesito ahora mismo.
No actúes como si nunca te lo hubiera dicho.


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->> Especial mención para David y su libro de poesía "Sistema Métrico Emocional" que hace poco que ha salido, y se merece cariño.
Pasaos por su blog y echadle un vistazo.
Suerte con ello, compi.

4 de septiembre de 2008

Oveja morada.

Me dirás que soy una inconsciente, que demasiado peso lleva ya mi mochila como para debatirme entre un sueño y otro que no llega a sueño, pero sabe bien.
Pensarás que necesito alimentar mi vacío emocional con suposiciones de felicidad. Que, a estas alturas, debería escuchar los dichos que mi padre ladra, que no se alejan de la realidad, sino que la ponen al filo de una piel que no asume las realidades preconcebidas.

Me podría haber dedicado a montar un mundo estático y conforme al exterior, sí, simplemente tenía la oportunidad de no romper con la cabeza la exagerada capa de ozono que hay entre la juventud y la inquietud del joven que siempre detestó la juventud.

Y yo, sin embargo, me enamoré de las metas que los mortales temen nunca conseguir, y entremezclé mis uñas con el bien y el mal y obtuve un rango inmortal que me hace ver por encima de los deseos de los demás.
Yo no sé aceptar, y acepto ser testaruda, caprichosa y amante de la parte vanal que tiene el destino.
Yo no nací para pisar cuidadosamente las piedras de mi camino, sino para crearlas y emborracharlas a base de locura noctura y sinsentido por doquier. Me gusta pertenecer a la zona ilógica del universo que decidió que el pastor no era un buen guía; yo he elegido obviar que el atajo es el camino más fácil y rápido, y por ello ando rutas alejadas del mundo aquel que recluta ovejas blancas.

Jamás olvidaré aquella mañana en la que no me desperté y pensé "Es divertido ser yo. Me gusta ser yo".

Con mis mentiras y todo.



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¿Por qué estoy en el fondo de todo y empiezo a creer?
Ésta es la historia de mi vida,
éstas son las mentiras que me he creado.

Me he encontrado al final.