Viento.
Donde el tiempo no pasaba,
él pasó,
asió de mis manos el rubor,
se lo llevó,
el humo y la estela le esperaban,
apareció,
la consumada hierba le miraba,
se la fumó,
qué de veces dije adiós.
Hola.
Y en el hueco del eco de su voz,
vive el eje que desapareció.
vive el eje que desapareció.
3 comentarios:
te adoro petarda :P
besotes
bonito blog, sigue en ello
pues no mas adioses!
hola!
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