Tanto.
Tengo tanto que decirte
que no sé por dónde empezar.
Quizás comentándote que soy esclava de tu sonrisa térmica y que estoy segura de conocer todas las ramificaciones de las palmas de tus manos te hagas una idea del ritmo de mi mente predispuesta a la exorbitación.
O quizás no. Quizás sea mejor seguir pisando tus miguitas.
En cualquier caso, tengo tanto que decirte,
que no sé por dónde voy a empezar.
Quizás deberías sentarte.
Quizás deberías escuchar.
Nunca se me ha dado bien la paciencia.
Y es por eso por lo que cambiaría mi guitarra por estar
atrapada y retorcida en ti.
3 comentarios:
No se si tuyo, pero es precioso
BESOSS
Hola Smile.
Sensible poema!!!!
Y la paciencia???? Dificil mas muy necesaria.
Abrazos...
Tanto por vivir...
Tanto por aprender...
Tanto por sentir...
A mí tampoco se me da bien la paciencia.
Un saludo...
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