22 de marzo de 2010

Corazón, mañana.

Disculpa, me he equivocado de habitación,
no pretendía ser de ti una nada.
La culpa es mía por haber vendido la razón;
anduve y andé y paré cansada,
y se ve que no estuve acertada
al tomar la dirección.

Resulta que el sol estaba huyendo y temí,
la noche nunca me amparó,
me quité los zapatos, dolían, y los perdí;
entre tanta piedra, un corazón,
lo acaricié de lejos y se me cayó
pues no quería asir.

No me aventuraré a decir si me seguía,
ni siquiera si se giró a mirar,
corrí de espaldas, corrí lento y con alevosía;
me mezclé con el cielo y la sal,
corrí para que me viera pasar
por si buscaba compañía.

Entre días y meses y años, creí comprender
y me hice roca para adherirme,
para perdurar inmutable por si iba a volver;
compré zapatos y tierra firme
y en carrerilla hacia su timbre
le vi en manos de cordel.

Es por ello que tengo los zapatos bajo la cama,
porque he vuelto a correr a tientas
por los pasillos de los que quise salir descalza;
y por eso voy cubierta de enmiendas,
porque al corazón herido que se defienda
le espera otro mañana.



¿No lo ves?
Me muevo como un tren en alguna tierra extranjera,
no tengo ticket para este viaje pero lo tendré.


-Richard Ashcroft

2 comentarios:

UnaCreativa dijo...

Me gusta tu post Smyle =) pues me identifico con el. Me encanta la frase al final...

¿No lo ves?
Me muevo como un tren en alguna tierra extranjera,
no tengo ticket para este viaje pero lo tendré.

-Richard Ashcroft

Jaja parece como me hare mas adelante en mi vida =D

Anónimo dijo...

Está precioso y preciso. Bonito. Me gusta lo que leo aquí : )

Saludos!