30 de diciembre de 2008

Dejarse llevar suena demasiado bien.

Agarrar el viento que mueven tus pies al caminar. Eso hago.
Piensan que por el oleaje mi marea se mareará. Ingenuos.
"Dejarse llevar suena demasiado bien" haz que se calle. Apaga la música. Mi conciencia también.
Inquisitivamente corro, por si hay de quien necesita tortura y se une a mis pasos.
Yo nunca he dejado de correr. Y si corro es porque no sé acertar con los destinos, por ello prefiero no mirar.
Y el instinto siempre me ha ido mal.

Me fumo las velas por rellenarme de humo y vicio.
Mi cintura se enrojece si la haces sonreír.
Me están temblando hasta las huellas de los dedos.
Aguanta mi copa mientras me descalzo. Creo, creo que voy a echar a correr.



Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco,
no hay principio ni final, sólo lo que quieras ir contando.

24 de diciembre de 2008

Erróneamente bien.

Creo que soy infinitamente más infinita en tu infinitud.
No sé cómo lo verás tú, pero a mí se me acaba de ir de las manos.
Y aunque podría anclar una palabra a una coma y coma con metáfora derruida, jamás sería capaz de hilar con la fuente Verdana lo presuntuosamente ciega que estoy.
Ni que decir tiene lo, además, equivocadamente a gusto y entretenida que paseo sobre tu brazo.

Vamos, que estoy acojonada.



Él corría, nunca le enseñaron a andar,
se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de mar.


20 de diciembre de 2008

Tiempo.

Cinco minutos para caer, setenta y dos horas para comprender; el resto del tiempo para aprender.

Y yo tengo esa eternidad aún por contar.
Y resulta que posees el reloj.

Qué giren las manillas.



I hope you don't mind that I put down in words...

17 de diciembre de 2008

Corazón.

Siempre habrá un hueco
en toda habitación
lleno de tu olor.

Siempre habrá un segundo
en todo reloj
lleno de tu voz.

Siempre habrá un momento,
un soneto,
un verso,
una canción
tejidos para ti.

Siempre tendrás despierto
un corazón
donde quedarte a vivir.



Por siempre.

16 Dic. 2007

14 de diciembre de 2008

Ya hemos llegado.

-¿Hemos llegado ya?
-No.

-¿Hemos llegado ya?
-No, no aún.

-¿...Ya?
-Te avisaré.




-¿Hemos llegado ya?
-Sí.
-Mierda, parecía estar más lejos.




...Y ahora no sé volver.




Déjame ir contigo rebelde y risueño,
déjame ir contigo libre como el viento,
déjame ir contigo que en ti están mis sueños.
Déjame ir contigo.

5 de diciembre de 2008

Tanto.

Tengo tanto que decirte
que no sé por dónde empezar.

Quizás comentándote que soy esclava de tu sonrisa térmica y que estoy segura de conocer todas las ramificaciones de las palmas de tus manos te hagas una idea del ritmo de mi mente predispuesta a la exorbitación.

O quizás no. Quizás sea mejor seguir pisando tus miguitas.

En cualquier caso, tengo tanto que decirte,
que no sé por dónde voy a empezar.
Quizás deberías sentarte.
Quizás deberías escuchar.

Nunca se me ha dado bien la paciencia.




Y es por eso por lo que cambiaría mi guitarra por estar
atrapada y retorcida en ti.

29 de noviembre de 2008

Favor de.

Me gustaría,
y lo pido como favor,
que,
por favor,
me adules un poco más,
o lo que estimes,
a ser posible,
exijo y ruego,
al caer la noche.

Y si no es mucho pedir,
supongo que no,
quisiera,
hazme el favor,
que tuvieras una excusa,
una barata vale,
para no haberme,
con tu permiso,
querido ya.



Y pienso, si te vas,
las veces que te tengo,
y cada vez que estás,
que te echaré de menos.

14 de noviembre de 2008

Siento, lo siento.

Siento que si no siento, y no te siento, me siento sin sentido.
Siento, además, que sentiría no sentirte.
Dime, ¿qué sientes?

__

Me estaba desacostumbrando a la espiral del silencio,
a las palabras que destilan versos por no beberse a ellas mismas,
a esperar que el whiskey colisionara con mi inseguridad,
y, ahora que me miro,
me veo un paso atrás.

Santa tontería ésta de avasallar los ladrillos ya puestos por un mal tabique.

Debe de ser una mala noche.




(...) No tengo ganas de trepar,
la verdad es que ni ganas de na',
tengo ya los nudillos cansados.
(...)

7 de noviembre de 2008

Sol sostenido.

Escritora de mundos, más bien por hobbie que por necesidad,
o quizás más bien por necesidad que por afición.
De cuerpo presente y mente pasada, fumadora arrepentida,
estéril de experiencias y tan profundamente vivida.
Círculo vicioso de virtudes escondidas, polígamente casada con sol sostenido,
infiel amatoria de clave de fa. Un matojo de trastes.
Algún día recordaré solfeo y te compondré una canción.

Revolucionaria por consciencia, inconscientemente conformista.
De uñas negras, o moradas o burdeos, de calcetines de colores,
de falda verde o pantalón pitillo. So last week.
Hipotéticamente deductiva, deseosa de introducción.
Un poco de todo, un poco más de nada.


Y además me llamo Soraya.



Veo el ojo que me mira,
no sé qué esperáis de mí.

3 de noviembre de 2008

Viento.

Donde el tiempo no pasaba,
él pasó,
asió de mis manos el rubor,
se lo llevó,
el humo y la estela le esperaban,
apareció,
la consumada hierba le miraba,
se la fumó,
qué de veces dije adiós.
Hola.



Y en el hueco del eco de su voz,
vive el eje que desapareció.

27 de octubre de 2008

Campos yermos.

Tengo en mis pestañas sensaciones de poder.
¿Dónde vas?
Mi cabeza va rápido, se me caen las ideas de los bolsillos,
y me ha dejado de importar que bordee la luna mi redil,
a fin de cuentas yo no iré,
al fin de al cabo tú no estabas allí.

Y escandalizadas mis pecas comienzan a temblar.
¿Vas a querer?
Oí desde la ventana que miraste el movimiento de mi pelo
y que untaste en tu retina canciones para mí,
sones de voces roncas de amar,
cuerdas que se afinan al latir.

Que entre mi tejado y tu pecho sólo hay un pisotón,
una hora sin minutos, una palabra mal colocada, una excusa fabricada,
un silencio a favor.

Que entre tu tejado y mi pecho sólo hay un pisotón,
un minuto de horas, una palabra a estallar, una excusa sin retocar,
una estela a favor.

Campos yermos que tengo por dentro.




Mi lápiz entiende de sucios amores.

20 de octubre de 2008

Sobra la luz.

No me apetece dormir,
prefiero tener los ojos abiertos y recordarte sonreír.

Y es que, oye, no me apetece dormir,
sino acostarme desvelada sobre el verso que está por venir.

No, no quiero irme a dormir,
me está sobrando la luz, ¿qué te parece a ti?



Dime, ¿duermes conmigo?




Sobra la luz que me hace ver todo lo que yo escondía.
No sé seguir, no sé volver.
Sobra la luz cuando en la piel nunca se siente el día.
Dime que tú, tú sí me ves.



___________________

Veo que la anterior entrada no os gustó mucho... Bueno, bueno.

16 de octubre de 2008

Mis lunes al sol

Te confesaré algo, ven, apoya la espalda sobre la cama, quiero susurrártelo:
"hoy, hoy me apeteció gritar", y aunque mucho me temo que no te sorprenderá la audacia, te diré que el grito habría sido magnífico:
"porque hoy realmente me apeteció gritar", así como cuando una mañana me levanté y comprobé que el viento de la noche anterior había sido una burlesca pesadilla:
"¿recuerdas? me ahogué", y luego quise gritar, tan muda como cabezota estaba, "pero grité" y el corazón salió propulsado desde mi boca hasta la mesa del escritorio, con las aortas mareadas y la sangre de color violeta enamorada:
"tirando a morado esperanzado".

Aguarda un momento, que apago el cigarro:
"hoy he necesitado gritar" te cuento, lanzarle al mundo una amenaza de cambio y adaptación, y, a la vez que sonreía, me he atragantado con mis pensamientos:
"y con mis emociones, ellas siempre por el medio", como los jueves, que tanto dice mi madre, y, ¿sabes? he dejado de tener preferencia por el sábado:
"mis lunes al sol, mis martes al deseo, mis miércoles al ánimo, mis jueves a la piel, mis viernes al ras" son.

Abre la ventana:
"que voy a gritar".




Se me ponen si me besas
rojitas las orejas.

11 de octubre de 2008

Última vez

Él ha venido.
Y tú nunca lo sabrás.

Él pregunta.
Y tú nunca lo oirás.

Él escucha.
Y tú nunca aprenderás.

Él comprende.
Y tú nunca entenderás.

Él sonríe.
Y tú nunca sentirás.


Él ha venido, y tú nunca vendrás.
Él ha venido. Se va a quedar.

Conmigo.




And for the last night I lie,
could I lie next to you?

4 de octubre de 2008

Universo

-¿Qué ves?
-Veo arte, mucho arte; veo colores fusionándose con una voz, líneas paralelas a un carrete de fotografías, veo un bolígrafo capaz de atormentar paraísos. Veo caos y serenidad, y reconozco aquella mente germinada que saca la cabeza de entre la multitud.
-Deja de mirar mi brazo.



Creo que queda poco para que el Universo sea mío:

"Tus deseos son órdenes."








:**

24 de septiembre de 2008

Dicha.

Gracias. Ya te he encontrado.
Gracias. He aprendido a creer.
Gracias. He aprendido a crear.
Gracias. Ya me has encontrado.

Siempre he sabido disfrutar de la cálida mirada que me da ser melómana, ahora sé por fin desarrollar mi mirada.
Siempre compuse mis sueños dentro de mi realidad, ahora sé componer mi realidad en base a mis sueños.
Siempre saqué la cabeza por la ventana, ahora he girado las dos vueltas de llave de mi puerta.
He salido. Sé respirar. Y creo.

Yo tengo un Secreto. Sabe a felicidad.


I have changed. This is war.

Follow your bliss.

19 de septiembre de 2008

Guerra de desgaste

Yo no sé si tienes planes hechos. Ni siquiera sé qué tipo de planes harías.
Conviertes mi facilidad en una cara dificultad. Me conviertes en una constante pregunta retórica.
Porque, dime, ¿has pensado en mí durante estos últimos meses? Estuve a punto de tornar hipócritamente loca. Entonces me di cuenta de que ya lo era.

He sobrevivido a pantalones rasgados y sudaderas caídas, pero quién habría supuesto que me debilitaría ante una saludable agonía vestida de versatilidad.
Esto es ya mi guerra de desgaste; tú me desgastas y yo me desgasto, y mientras tanto, amontonas en tus colinas sacos ratos en donde mueren esperanzas caprichosas.
Allí, allí está mi perecida, y perezosa, ambición. Allí, cerca del resto pero alejada de la igualdad.

Quién me lo iba a decir, perdida en el momento en el que proclamé haberme encontrado. Porque me encontré a la vez que ataba mis manos y mis pies a la infortuna de la melodía de Amelie.
Soy ya parte de algo que no existe, de un círculo mundano y acoplado de palabras que desean. Y, justo aquí, en el borde, en el fondo, es donde me gusta estar. Y comprendo que es tan sólo una adulación hacia mis vicios acorazados.

13 de septiembre de 2008

Maneras

Si hiciéramos las cosas a mí manera, tú buscarías la sonrisa del que ha esperado, y yo esperaría nostálgica al que busca.
Si siguiéramos mi perfecto plan de huída, tú escamparías el intento de supervivencia, y yo probablemente dejaría de huir.
Si acaso pusiéramos en práctica mi forma de sentir, tú en este preciso momento, estarías sintiendo.

Podríamos fingir una unión de guerrillas; tú usurpas mi espacio vital debidamente acotado por alambres inseguros y yo ataco cual invencible armada melódica tu territorio provisto de edenes satíricos. Después podemos firmar la paz bajo algún candil apagado. Como ese que descansa tan cerca de tus sábanas.

O, en cualquier caso, me parece factible dejarte ser el dedo acusador, siempre y cuando me acuses a mí.

Apreciaría una pronta respuesta, sin embargo, me conformo con que algún día ésta exista.





Vamos a perdernos esta noche,
tú podrías ser mi Kate Moss negra esta noche.
Juega a secretaria, yo soy el jefe esta noche.
Y a ti te importa una mierda lo que digan, ¿verdad?

Y lo haremos todo por el foco de atención.
Y lo haremos todo en el momento correcto.

Te necesito ahora mismo.
No actúes como si nunca te lo hubiera dicho.


__
__

->> Especial mención para David y su libro de poesía "Sistema Métrico Emocional" que hace poco que ha salido, y se merece cariño.
Pasaos por su blog y echadle un vistazo.
Suerte con ello, compi.

4 de septiembre de 2008

Oveja morada.

Me dirás que soy una inconsciente, que demasiado peso lleva ya mi mochila como para debatirme entre un sueño y otro que no llega a sueño, pero sabe bien.
Pensarás que necesito alimentar mi vacío emocional con suposiciones de felicidad. Que, a estas alturas, debería escuchar los dichos que mi padre ladra, que no se alejan de la realidad, sino que la ponen al filo de una piel que no asume las realidades preconcebidas.

Me podría haber dedicado a montar un mundo estático y conforme al exterior, sí, simplemente tenía la oportunidad de no romper con la cabeza la exagerada capa de ozono que hay entre la juventud y la inquietud del joven que siempre detestó la juventud.

Y yo, sin embargo, me enamoré de las metas que los mortales temen nunca conseguir, y entremezclé mis uñas con el bien y el mal y obtuve un rango inmortal que me hace ver por encima de los deseos de los demás.
Yo no sé aceptar, y acepto ser testaruda, caprichosa y amante de la parte vanal que tiene el destino.
Yo no nací para pisar cuidadosamente las piedras de mi camino, sino para crearlas y emborracharlas a base de locura noctura y sinsentido por doquier. Me gusta pertenecer a la zona ilógica del universo que decidió que el pastor no era un buen guía; yo he elegido obviar que el atajo es el camino más fácil y rápido, y por ello ando rutas alejadas del mundo aquel que recluta ovejas blancas.

Jamás olvidaré aquella mañana en la que no me desperté y pensé "Es divertido ser yo. Me gusta ser yo".

Con mis mentiras y todo.



.
¿Por qué estoy en el fondo de todo y empiezo a creer?
Ésta es la historia de mi vida,
éstas son las mentiras que me he creado.

Me he encontrado al final.

15 de agosto de 2008

Hierba trepadora.

Ahora, y justo ahora me he dado cuenta de que te echaré de menos.
A mi forma o a la tuya, qué más da, si en el fondo es inevitable que cometas los errores que pusimos y clavamos en una cruz.
Supongo que la tentación tienta, tienta tanto a veces que somos capaces de pisar lo que tiñe de verde armonioso tu jardín espeso y subestimar la fuerza de la hierba trepadora. Pero ya es tarde, amigo, aquella que se mantuvo intacta sobre tus hombros parece haber perdido la fuerza y las ganas de seguir trepando por tu espalda. Y se ha caído.

Yo sólo exijo que a mí no me subestimes, y no comiences a pensar que ya no puedo leerte la mente, pues he aprendido a apreciar los detalles que brotan de tus ojos, de tus manos cuando se sienten tersas y se apoyan en tus rodillas porque no saben volar.
A mí no me subestimes, sé que aquella quien te abraza no es la felicidad, y si lo sé es porque yo te vi feliz.

Qué el camino que has tomado no te arranque la versatilidad, nos veremos bajo alguna luz, quizás artificial.

18 de julio de 2008

Huesos.

Y de pronto me di cuenta de que ya no lo podía evitar.
Inundada de cabeza a pies por un obsoleto dolor que se posaba fresco en mi nariz, tan, tan renovado en mi mente y poco recomendado en mi corazón.

Que, hablando de corazones, yo regalo el mío. Resulta que me he atragantado con todas y cada una de mis excusas, y parece ser que mentir no es un parche longevo.
De hecho, mírale ahí, sangrando, jurando que no siente ni padece a costa del muro de piel fría que se construyó, prometiéndose un nuevo amanecer con la sábana bien remetida por los extremos.
"Qué no entre nadie" susurra como gritando. Ingenuidad fue su costumbre, el brillo en la mirada ajena su adulación.
Altruista de profesión, se confiesa cansado en el día de hoy. Incluso puede que ya en el de ayer.

Me pide que exija una nueva guerra, pero cómo ansía la paz.

Y así pasamos las tardes y las noches, por las mañanas preferimos ni pensar, demasiado hacemos con calentar el café; él me enturbia y yo le ahumo, creamos largas metáforas que son aduladas con las que traficamos de casa en casa, a base de extorsión, y binariamente saciamos el hambre que llena por dentro de ese algo que vacía y chupa hasta los huesos.

O, amén de puta, apaleada.



Hace tiempo prometí escribirte una canción,
como siempre, mal y tarde, la tienes aquí.

Sabes bien cómo soy, que no suelo mentir,
siempre que lo hice fue por verte sonreír.

Y ahora, cansado de mirar tu foto en la pared,
cansado de creer que todavía estás,
he vuelto a recordar las tardes del café,
las noches locas que siempre acababan bien,
y me he puesto a gritar estrellando el whisky en la pared.

Por verte sonreír, he vuelto yo a perder.

2 de julio de 2008

Pared.

Ya no veo nada.
Me he subido a la montaña como solía hacer cuando perdía el horizonte, y ya no veo nada.
Me he sentado a esperar el amanecer y he marchado al verle aparecer.
Y resulta que cuesta arrastrar los zapatos de tacón.

Quizás me tatúe una casita azul, quizás la acompañe con una calavera que lleva boina; a lo mejor corresponda mis instintos con más tinta y obvie el hecho de que puede salirme caro jugar a ir a ras del altruismo.
No obstante, me da igual.

Y aquí, enfrente de la pared, empiezan a sangrarme los puños.







He visto peores guerras debajo de mi escritorio que allí en tu cabeza.
He visto eternidades más cortas colgadas en el vello de mi brazo.
Tú no puedes decir. Fumo el doble cuando estoy sola.

Una pared, dos paredes, tres paredeces. Mierda, estoy sangrando.
No puedes decir. Esto no es mi Valhalla. Quiero mi Asghar de vuelta.

Soy la llama del fénix. Tú no puedes decir. Éste no es mi juego.

Mierda, estoy sangrando. Ese puñetazo dolió. Azota mis sesos, estoy segura de que hay algo ahí para ti.

19 de junio de 2008

Vestido verde.

Le temo al fuego, pero juego con él.
Me da miedo la longitud del cielo, pero cómo desearía jugar con él.
Me hicieron coja de sensatez, pero sobrada de extremidades inconscientes.
Sigo fumando demasiado, a veces rebaso la línea de la madrugada sonriendo más de la cuenta, y nadie me ha quitado la inquietud.
Arrastro el tiempo con mi vestido roto, el de cola verde y el escote desgastado; el que rasgué porque hacía mucho calor. Las ilusiones siempre me han parecido que abrigaban desatadamente. Pero cómo me asustaba soltar la rienda.

Hoy vuelve a hacer calor, y ya no me apetece cubrirme con sedas sino despojarme del algodón.
Podría decirse que hasta me apetece escuchar los secretos de jotabé; podríamos decir que me gustaría estar completamente desnudada por la infidelidad, cobijada por un secreto y agasajada por lo que siempre estuvo ahí.
A lo mejor, y digo quizás, te echo de menos.
Quizás, y digo a lo mejor, estoy pensando en ti.



Y ahora, cansado de mirar tu foto en la pared,
cansado de creer que todavía estás,
he vuelto a recordar las tarde del café,
las noches locas que siempre acaban bien.






Apunte personal:
Desaparezco 13 días y es cuando más comentarios tengo! ¿Y si me voy dos meses? :o!
Es broma. No he podido actualizar y probablemente hasta dentro de semana, semana y pico tampoco pueda volver a extorsionar metáforas publicamente. Además de mis deberes 'obligatorios', me he dedicado últimamente a cuidar un poco mi fotografía, y ello me ha reportado alguna que otra alegría (menciones y demás :D), aparte de que inclusive escribí una noticia sobre fotografía y, oye, ¡qué gustó y todo!
Gracias por pasaros, os devolveré las palabras que me dejáis :*

6 de junio de 2008

Paradójica smyle.

Stuck.
Estancada.

Nevermind.
Da igual.

Suffer.
Yo no sufro.

Suffer.
Sufro a veces.

Fail.
He fracasado.

Fly.
Pero me he recuperado.

Torn.
He sido tornado.

Torn.
He amado tornados.

Torn.
He matado tornados.

Smoke.
Fumo.

Love.
Me gusta el humo.

Nails.
Nervios.

Hips.
No me muevo.

Body.
Me muevo. Quiero.

Mind.
Amo.

Anxiety.
Odio.

Spit.
Busco dunas.

Hesitate.
Las dunas me huyen.

Song.
Confieso.

Lyric.
Me confieso.

Words.
Me desnudo.

Melody.
Me desnudan.

Heaven.
Mentira.

Sky.
No llego.

Stars.
Me esperan.

Moon.
Insomnio.

Sun.
93 millones de millas.

Tierra.
Lejos.

Marte.
Demasiado cerca.

Lips.
Comodidad.

Beauty.
Desaires complicados.

Twenty.
Soy. Estoy. Parezco. Marcharán.

Smyle.
Soraya.

1 de junio de 2008

Voluntad.

Me voy.
Me vi fuerte y astuta. Ven a verme caída sobre suelo enemigo.
Voluntad ardua de compaginar con el deseo. Deseo de revancha. Dijimos no perder. He perdido.
Tengo una cosa que darte. Ven solo. No traigas a desconfianza ni a fidelidad. Ven como cuando venías a mí cubierto de soles en medio de la noche. A darme vida y sostener mis pies perdidos.
Dijimos jugar. Ahora me apetece jugar de nuevo. Tú ya no quieres compartir tu patio con mis juguetes. Y huyes. Pero vuelves cuando crees que me he hecho amiga de otra arena, cuando estoy a punto de flagelar mi alma en la absoluta tranquilidad. Vuelves y con tus manos de solsticio retirado iluminas el retrato de mi silueta bajo el cielo. Descompones mis pestañas, y callo en la absoluta ironía del silencio. Me gustaría gritar.

Un paso, dos, tres, cuatro. Tus manos desalojadas. Tu cuerpo rígido y esperanzado. Tu cabeza despistada.
Un paso, dos, tres, cuatro. Mis manos cansadas. Mi cuerpo doblado y ausente. Mi cabeza despistada.
Rota la posibilidad, sólo queda la mirada. Qué harías observando mi cadera lejana, mi cintura sin aliento, mi pecho halado, mi cuello avergonzado. Qué pasaría si observaras.
Molesta el caparazón.




Y antes de hacer la maleta,
y pasar la vida entre andenes,
dejará entrar a los ratones
para tener quien le espere.

31 de mayo de 2008

Papel innocuo.

He aprendido a volar.
Ya no me da miedo el sol, ya no me asustan las nubes.
El cielo parece hoy más inofensivo que ayer. Creo que sé volar.
Alzo mis brazos y me elevo.
Mis pies abandonan tierras pedregosas, y voy poco a poco perdiendo consciencia, sentido, dolor. Estoy ganando templanza, imaginación, coherencia.
Creo que sé qué significa ser volátil. Me fundo con la gravedad. Me sobra el oxígeno.
Estoy volando.
Los árboles se hacen pequeños, las personas parecen insignificantes desde aquí; el campo es fértil y sonríe. Los edificios son de juguete. Yo soy de papel innocuo y estoy volando.
Me olvido de recordar, no recuerdo saber pensar, y me desnudo al pasar la atmósfera.
Cuerpo de plastilina, extremidades de cartón, cabeza ligera y arrugado corazón.
Me siento la pura de las impuras, blanca flor tostada, azul camaleón dorado. Ilusión enamorada, eternidad robada, belleza absoluta en el atisbo de la naturaleza.

Yo sé volar.

28 de mayo de 2008

Liberté.

¿Puedes tú decirme qué se siente al sentir?
He perdido el norte, antes me gustaba el sur, ¿dónde estoy?

La historia continúa un ritmo incapaz de verse alterado, se me caen los ojos, y mi cuerpo ansía liberté, como decía aquel, ¿por qué no me puedo marchar? ¿Por qué te empeñas en anclar mis pies a esta tierra sucia? Déjame, que prometí tocar las estrellas.
Déjame, déjame hasta que venga ese que me desnude. Recuerda que pedí revolución, y revolución parece haberse entretenido por el camino.

Pero, mira, los pájaros vuelven a salir a cantarnos la bulería del amanecer, quizás sería momento de recoger mis bártulos y huir al tierno país de las maravillas, ¿crees que Alicia me estará esperando? El conejito blanco murió, no estará allí. Murió porque su reloj murió, y no hubo nueva hora para él.
No te entristezcas, que ha salido el sol. Vente conmigo que te llevaré allá donde vaya yo. Suelo sonreír. Tú también sonreirás.

Y dime, ¿dejarás luego que despegue? Me aguardan.







Ven, futuro.

23 de mayo de 2008

Falsos desdenes.

Yo no sé lo que quieres, ¿acaso sé qué quiero yo?
Estoy aquí igual que podría estar allí.
Ando, camino, me descalzo, quemo la ropa, y tú no me ves.
Dime, ¿me ves?
Es una batalla perdida, ¿cuándo acabó la guerra? Me despisté. Fue más astuto el cazador. Te cazó.
Mírame, vuelvo a estar aquí, como la última vez. Yo no marché.

He lanzado por la ventana tus palabras, qué decir de los besos. No conservo ni uno. No los quiero. Tu dulzura consigue amargarme.

Y yo no te recuerdo. Tú pareces recordarme en roces. Ese es tu estilo, ¿recuerdas el mío?
Da igual, nunca fue necesario, a mí no me importó. Veo restos de mi carmín en tus manos, en tu hombro derecho, en mi pierna izquierda; esa que tanto te gustaba, esa que tanto tocaste. Esa que fue feliz tumbada en bancos.

Miento, me gusta mentir. Te miento cuando te miro, te miento cuando te hablo. Miento en el desdén.
Déjame mentir. Mis uñas han superado tu indecisión. Mi cuerpo no añora tu sensualidad desconocida. Soy parte del mundo que no elegí, pero elijo y, yo, me alejo. Quédate. Nos reencontraremos. Mi pierna aún ansía compañera.

12 de mayo de 2008

Un toberllino y una cuestión encorpada.

Y después de todo, aún intacto se resguarda en mí un trozo del torbellino del que huí,
del que huyo,
del que me persigue y empapa.
Aquel que consistía en malas estrellas y lunas atravesadas, el que se miraba las manos y pensaba en voz alta, y sin querer "parece hoy más vacío que ayer". Aquel que no mentía. Pero se mentía. Porque huía, porque se huía.
El que se rompía y sólo recomponía el escaparate. Porque era más fácil así, porque era más fácil para él.

La incuestionable cuestión de los miedos y de las ambiciones que crecía en cuerpo de niña, y que ahora se ha hecho mayor, y no parece más maduro, sino más viejo verde, y sólo da consejos porque nadie antes se los dio a él. Porque los pide. Porque los necesita, porque parece hoy más vacío que ayer. Porque está hoy más vacío que ayer.

Y aunque le falte memoria, le sobra ilusión, y aunque sea un capullo en medio del jardín, ya se clavó espinas en las manos y en el pecho, y aunque mire para adelante avistando una pared, es un rompetechos.
Y aunque gesticule mucho ocultando el nerviosismo, tiene por bandera el despojo y la recogida, y la caída y la perseverancia.

Creció, y después de todo, se pelea de cuando en cuando con aquel instigado torbellino.

4 de mayo de 2008

Buenos días.

Estoy despierta.
Sigo despierta.
Una parte del mundo se fue a dormir y yo ya estaba despierta.
La otra parte despertaba y yo ya estaba despierta.

¿No me vas a regalar un
Buenos días?
¿Dónde estuviste anoche, después de que yo te dejara allá en tu planeta?
Procuré buscarte en mis sueños, pero anoche no hubo sueños.
Dime, ¿dónde estuviste anoche? Morfeo se olvidó de remeter mis sábanas y no encontré ningún dedo de tu mano debajo de mi almohada, como cuando poco a poco estiras el brazo intentando ser el único propietario del rincón nocturno y yo aprieto bruscamente los ojos entregándote la mentira que tú más aprecias.

¿Crees que sería adecuado si me acomodo junto a otro café? Me gustaría saber dónde estás sentado, quién está absorbiendo tu dióxido, cuánto zumo has tomado hoy.

Venga, mírame. El cielo se ha oscurecido, me pide revancha, dice que hoy no ganaré. Bueno, dudo estar en posesión de la fuerza necesaria para desterrar mi cabezonería más profunda y enfrentar el duelo. Te veré, y tú posiblemente me verás, y vendrás dispuesto a ocupar mi territorio, y yo te volveré a mentir, tú te harás el sorprendido y yo te miraré, y entonces tú, posiblemente me mirarás.

Buenos días.

28 de abril de 2008

Conducta iconoclasta.

-Hola, he venido a confesarme. No sé llorar.

Y mientras tanto, me sobran los ríos y se me caen las hojas. Pierdo los veranos, planto caracoles inmaduros en los octubres. Construyo azoteas que se derrumban cuando resoplo, y me como los vientos.
Pretendo saber pretender, pero finjo tan bien que nadie se lo cree y nadie se da cuenta.
Poseo un cajón llamado Miradas furtivas en el que nunca he hecho limpieza, y de nada nunca me ha servido.
Me visto en guerras, duermo en trincheras, odio la violencia y soy tan violenta como los impulsos dulces.
El equilibrio que no sabe andar sobre una cuerda, y la cuerda harta de sostener. Sustento de la noche, alimento del día. Una impecable revolución sangrienta que no mancha.
Soy un poco iconoclasta licenciosa, por parte de padre.

13 de abril de 2008

Paradojas , aleatorio.

Y tú, ¿qué retienes?

¿Sabes? He esperado, de verdad que sí, esperé, esperé durante dos años. Mira mis manos. Mira mis ojos. Mírame. Esperé. Ha pasado tanto tiempo. Pareces otro. Yo ya no te conozco, no eres aquel por el que ansié la eternidad. Y, sin embargo, te conozco tanto. Vaya paradoja, ¿no?
Acabo de apagar un cigarro y voy a directa a por otro. Eso se me asemeja familiar. ¿Recuerdas? Los cigarros en medio de la noche espumada. Tú y tu... ¿ginebra? Bueno, nosotros y nuestro humo.
Tú me dedicabas versos proseicos de cuando en cuando. Yo te dedicaba la vida, yo era parte de ti. Tú eras tan parte de mí. Tanto como el mundo es parte de nosotros.
Escapabas. Te seguía. Corrías. Yo te seguía. Me buscabas. Me dejaba encontrar. Te quería.
Ahora lo pienso y me avergüenzo. A veces, hasta sonrío. Hasta lo echo de menos. Pero te veo, y desapareces. Desaparece mi aquel. Los treinta de diciembre me calumnian, porque recuerdo. Me acuerdo. ¿Te acuerdas?
Un dedo sobre la piel, y la piel sobre los dedos. Allí y aquí. Lo que era tu ayer representaba mi mañana.
El ayer. Todo pertenece al ayer. Incluso el ayer era parte del ayer.
Vaya, vaya paradoja.

3 de abril de 2008

Escalera al Nunca Jamás.

Retenía con ferviente delicadeza la juventud que perfecta se sobreponía por su piel anclada a los 20.
Absorbía el olor de las mariposas vírgenes, y refugiaba su Nunca Jamás entre sus ojos.
No tenía pared y su suelo era diferente cada día. Dicen que seguía el ritmo de las nubes hasta desaparecer y perderse en la neblina de la noche acabada. Entonces alzaba su mano e iba en contra del viento por la estela de lo desconocido.

En la fachada mostraba la infalibilidad del deseo, y acurrucaba los sentimientos en servilletas y cuerdas voladoras.
Vivía de la caricia constante, y acostumbraba a tener un resquicio de soledad y tormento, de alambres sueltos dispuestos a arañar su violenta mentalidad. Encarnizado y envuelto en delirio, se sentaba a esperar a la loca correspondiente, mientras sostenía su pureza salvaje por encima de todas las cosas.

Los paisajes más remotos comentan que le vieron caminar cabizbajo; la noche no le dio lo buscado, y, aún ahuyentando su necesidad con frialdad y desdén, hoy volverá a esperar bajo el cielo que nunca le abandona.
Y mañana, probablemente, esperará. Agarrá el tiempo con sus manos de bohemio guerrillero, y mantendrá el segundero parado durante otros quince años más.

3 de marzo de 2008

Poison.

Araña como la estepa, y ya no sirve aullar en mitad del delirio,
pues daña, pero y quién podría sacarlo de mí. Si yo no quiero. Si es mío. Si soy yo.
Qué agachen la cabeza cuando yo discurro verbalmente, pues no entenderán, pues no escucharán; con quilates robados me es suficiente para sentirme brillante. Si brillo. Si quiero brillar.
Qué entierren con desdenes mi nula capacidad de supervivencia, que sobreviviré.
Qué marchen, qué huyan, alguien guiará mis pasos desvelados si creo un compás. Si existe una melodía. Si logro unir y entonar una canción.
Si creo.
Crear.
Creer.


Crear. Creer.

28 de febrero de 2008

Vida.

Falsos pecados,
manzanas nunca mordidas,
paraísos demasiado cerca del infierno,
y, a medida que pasa el tiempo, todo parece más banal.

Lo que era eterno, ahora es obsoleto,
y lo grandioso del deseo es un enano chillón.
Y, a medida que pasa el sentimiento, todo se asemeja un poco menos bello.

Vida, vida que dicen y vida que llaman,
vida que a unos atrae y a otros repele,
vida que para unos es blanca y para otros negra,
vida que vive en constante batalla con el gris.
Vida que, a medida que pasa el tiempo, parece más lejana y más trivial.

Closer.

¿Te quedarás esta noche?
He estado esperando, y la ropa se me cayó por el camino.
¿Te vas a quedar esta noche?
Ayer hablé con la luna, y me robó tres cuartas partes de vergüenza y sonrojo.
Dime, ¿descubro la colcha? ¿te anidarás aquí esta noche?
Deja que coja otro cigarro mientras decides entre avanzar o recular.

Y digo yo...
¿por qué no te sientas aquí, junto a mí, y me permites escuchar tu respiración?
Aún recuerdo cuando apreciabas la suavidad de mis piernas y la curvatura de mi espalda.
Mira, mira, mira cómo se enciende y se apaga el fuego, ¿puede ser esto un reflejo de tu corazón?
Vaya, ya he vuelto a destrozar el pintauñas de mi mano izquierda. Me inquieto. Me inquietas. ¿Te inquieto?
Me encantan las formas que parece dibujar el humo, ¿las ves? Aquella de ahí es una estela, y te sigue. Mi humo te sigue.

Entonces, ¿qué? ¿Me aparto de la ventana, o termino por recorrer, a base de iris y pupila, las líneas de tu camisa?
Ya te dije que estoy inquieta, ya te dije que soy inquieta.
Una vez ya te dije que fumaba y malvivía, ¿te dije que me gusta tu cuello? Pues bueno, me gusta.

¿Vienes? El cigarro ha muerto. El humo se desvanece. El viento me empuja. Tú me inquietas. ¿Voy?



Smyle.



¿Volverás mañana? Lo pregunto por comprar tabaco.


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Y es curioso, pero siempre que leo este texto que escribí no hace mucho,
me acuerdo de la cancion de NIN, la que da precisamente título al texto, Closer,
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You let me violate you
You let me desecrate you,
you let me penetrate you,
you let me complicate you.

(...)

You can have my isolation,
you can have the hate that it brings.
You can have my absence of faith,
you can have my everything.

I wanna fuck you like an animal...
>>

...Por qué será.