19 de septiembre de 2008

Guerra de desgaste

Yo no sé si tienes planes hechos. Ni siquiera sé qué tipo de planes harías.
Conviertes mi facilidad en una cara dificultad. Me conviertes en una constante pregunta retórica.
Porque, dime, ¿has pensado en mí durante estos últimos meses? Estuve a punto de tornar hipócritamente loca. Entonces me di cuenta de que ya lo era.

He sobrevivido a pantalones rasgados y sudaderas caídas, pero quién habría supuesto que me debilitaría ante una saludable agonía vestida de versatilidad.
Esto es ya mi guerra de desgaste; tú me desgastas y yo me desgasto, y mientras tanto, amontonas en tus colinas sacos ratos en donde mueren esperanzas caprichosas.
Allí, allí está mi perecida, y perezosa, ambición. Allí, cerca del resto pero alejada de la igualdad.

Quién me lo iba a decir, perdida en el momento en el que proclamé haberme encontrado. Porque me encontré a la vez que ataba mis manos y mis pies a la infortuna de la melodía de Amelie.
Soy ya parte de algo que no existe, de un círculo mundano y acoplado de palabras que desean. Y, justo aquí, en el borde, en el fondo, es donde me gusta estar. Y comprendo que es tan sólo una adulación hacia mis vicios acorazados.

5 comentarios:

Ricardo Tribin dijo...

Interesantisima tu composicion,
profunda y con un gran mensaje.

Destaco lo siguiente " He sobrevivido a pantalones rasgados y sudaderas caídas, pero quién habría supuesto que me debilitaría ante una saludable agonía vestida de versatilidad".

Un abrazo especial

Luchida dijo...

"Soy ya parte de algo que no existe". Me gusta esta frase. Creo que todos la hemos sentido alguna vez. Te seguiré leyendo :) Por cierto, también he visitado tu otro blog y me ha gustado mucho :D

Annabel dijo...

Ando por aquí leyéndote.

Un cariñoso saludo.

Anónimo dijo...

Bueno, hay amores que desgastan, pero casi vienen bien para valorar luego a los que nos aportan vida y energía...

David

Anónimo dijo...

Siempre es un placer leerte, llegar a tu casa de sílabas con la maleta vacía y salir de aquí con tesoros infinitos colgando en las pestañas.
Un abrazo siempre...