20 de mayo de 2009

Punto y seguido I

Me mantuve ocupada hilando escenas durante todo el día, fui un sujeto observador de mi narración, culpándome y exculpándome. Afuera, el mundo era un sitio raro y desordenado con muchas puertas y pocas llaves de dudosa importancia para mí.
Estaba camuflada de pie entre los árboles, haciéndome parte de sus troncos con la intención de no ser reclamada, mientras anotaba palabras a primera vista sin sentido, a modo de brainstorming, en aquel cuaderno que conservaba mi deseo. Pretendía unirlas después por ver si había comprensión alguna, quizás mi subconsciente sería más listo que yo y contemplaría opciones que yo había pasado por alto.

Pero entonces... un olor.

Allá de entre mis huesos y mis músculos, un golpe magistral me abstrajo al raso de la piel y me heló. Noté mi soporífera cabeza despierta, atenta, y mis manos predispuestas a sudar.
Inmóvil, sólo podía hacer girar mis ojos, quienes analizaban el escenario en busca del rastro.
Una fragancia de color amarillo me instaba a menospreciar todo cuanto me pertenecía, obligándome a perseguirla. Inexplicable, saciador, como la humedad de las tormentas cayendo sobre dunas; estaba inexplicablemente atrapada en el instante.
Recompuse mi serenidad, al menos de cuello hacia arriba, y mis pupilas se chocaron con otras que parecían no pertenecer al barullo, parecían aisladas, perdidas. Parecían estar rastreando.

Colisionaron.

Aparecí al lado del tronco y mi cuaderno, medio encorvada y erizada.
Cuando intenté retomar mi rastreo, el barullo se había extendido y aquellas pupilas perdidas habían huido.

O quizás nunca habían estado.






¿Seré capaz de terminar un libro alguna vez? El tiempo dirá...
Por ahora os dejo el comienzo de la trama, que no de la historia.
Se va desarrollando en mi cabeza, veremos qué hacen mis dedos y mis musas.
Opiniones bienvenidas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudas miradas recibes.

Yo quiero una de esas.
De las que te dan un vuelco la vida.

Anónimo dijo...

Genial. Tu forma de escribir merece un libro, o a lo mejor al revés: los libros merecen una escritura como la tuya, con personalidad.

Tu texto me parece sumamente creativo y fluido, genial. No te había leído narrando, pero lo haces magistralmente. Tiene un poco de ti, incluyendo la sinestesia.

Me ha gustado. Espero continúes.

Un abrazo.