21 de marzo de 2009

Carne viva.

Me gustaría dejar de ser poeta

-o cualquier cosa que sea que soy yo-.

Resúmenes de paralelidades que se abren paso mediante el empleo del deseo.

En el fondo soy una cobarde,
tan alterada, quieta,
patata revolucionada, manos asentadas en el calor del viento.
Esperando el momento apropiado. Y no viene.

No sé, digo, y luego callo,
así, se me va. El todo este que yo quiero.
Tú, verbos, un poder. Un ser.

Divago.
Y, con esto, me gustaría dejar de ser poeta;
dóciles carne y huesos dispuestos a no ser parte del mundo por noches interrumpidas.

Gracias.



Bueno, desearía que estuvieras dentro de mí.
Espero que estés bien,
espero que estés descansando tranquilamente,
sólo quería decir
buenas noches.


-Counting Crows

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando queremos dejar de ser lo que somos, corremos el riesgo de ser lo que no queremos.

Por otro lado;
también soy, en el fondo, un cobarde,
tan alterado, quieto.

Me identifico.

{Angie} dijo...

me gusta eso de la patata revolucionada ..estática y ansiosa ..a venas abiertas..

saludos!